Habiendo lanzado reciéntemente su álbum debut, Hybrid Xtended EP, aprovechamos de conversar con María Emilia Pérez (Vermillion, VE), radicada en Buenos Aires y Diego Yañez Aguilera (DYA, CL), quienes compusieron y produjeron a distancia este trabajo sonoro. Conversamos sobre sus historias, procesos y la actualidad de la crisis del Coronavirus.
Cuéntennos sobre tu trabajo, cómo y cuando comenzaron cada una explorando en lo sonoro.
Vermillion: Mi proyecto nace como una propuesta sonora a mediados del 2016 en Venezuela, que viene desarrollándose por varias partes del país en diferentes ámbitos sonoros y artísticos. En ese recorrido he ido mostrando, experimentando y perfeccionando las creaciones. La producción sigue siendo un gran reto, y pese al desplazamiento que he recorrido por latinoamérica, me ha servido de gran aprendizaje para llevar más allá el concepto concebido al principio, como también incursionar sonidos y musicalidades de Latinoamérica (aunque el proyecto se enfoca principalmente en la cultura asiática).
He lanzado 4 composiciones largas a través de Bandcamp. Cada una de estas piezas cuenta con una construcción sonora precisa: los temas suelen estar segmentados reflejando las influencias del proyecto más allá de lo musical. Hay en cierto modo un interés por construir una narrativa a través del sonido en Vermillion, aunque esa narrativa dirige, en buena parte, hacia las culturas asiáticas, lo cual muestran una relación más directa con su entorno y sus experiencias de viaje por todo el continente sudamericano.
DYA: Tuve pedales antes de aprender a tocar guitarra, supongo que esa exploración y ensayo/error ayudó a una formación sonora un poco más amplia respecto a la mayoría de los chicos. Y si bien luego me encaucé hacia lo más tradicional siempre ha sido explorando todas las posibilidades sónicas a mi alcance, a veces tradicionalmente, otras, no tanto. Destaco uno de mis primeros proyectos, Radio Nodriza, el que marca parte de mis comienzos produciendo música solo. La particularidad de éste disco es que lo grabé completamente durante mis horas de trabajo en una tienda de instrumentos musicales, creando un tema al día, con los elementos que encontraba ahí. También participé en el proyecto El Camino de San Judas, proyecto de corta vida pero gran cariño en donde se exploraba la combinación electrónica/acústica.
Así he llegado hasta Kintsukuroi, trabajo más nuevo de La Bestia de Gevaudan, lo cual es lo que principalmente me gustaría recomendarles, además del proyecto de Free Jazz IIII.
¿En qué está esa exploración ahora, cuales son sus intereses actuales y cómo se conjugan en esta publicación conjunta?
Vermillion: Conocí a Diego en Santiago durante mi gira por Sudamérica y desde ahí pactamos una buena amistad. Considero a Diego como una hermosa persona, también un músico muy virtuoso y sensible. Conozco su profesionalidad y no tuvimos dudas en trabajar juntos en este primer EP que estaría lanzando al mundo. Además de mencionar que nuestra amistad pasó a un plano amoroso y creo que a raíz de nuestra conexión a distancia se empezaron a generar más afecciones, acercamientos y conexiones.
Entre el año pasado y ahora hemos pasado momentos muy duros, tanto por lo que estaba pasando en Chile como lo que estaba viviendo al aterrizar en un nuevo país (Argentina), una nueva experiencia que permitiera comenzar de 0 con nuevas ideas y propuestas, mientras él estaba allá viviendo tiempos muy fuertes. Yo sentí que el internet era nuestra salvación, de no padecer, de poder apoyarnos moralmente, mantener las palabras de aliento en una dimensión cibernética la cual me he manejado desde hace muchos años.
De ahí surgió la idea y el concepto del EP Hybrid Xtended además de ser una cápsula musical y sonora que contienen todas nuestras influencias, pensamientos y conocimientos para la posteridad en un mundo casi distópico y cibernético de lo que aborda la idea de que también se puede llegar a concluir proyectos con personas que admiras y aprecias sin importar su ubicación actual o la zona horaria… Lo importante es mantenernos siempre en contacto y trabajar en nuestro futuro, juntos.
DYA: Actualmente sigo buscando orden en el caos y viceversa, principalmente modificando cadenas electroacústicas y comprando/vendiendo/cambiando pedales de efectos, todo apuntando a la expansión de mi abanico sónico de manera de poder usarlo sin exageración cuando las composiciones lo ameriten. Vermillion en éste caso viene siendo el complemento abstracto sobre el cual intento cimentar un camino con múltiples brazos.
Pensando en la particular contingencia que vivimos, ¿cómo les ha afectado la pandemia de coronavirus?
Vermillion: Al principio me lo había tomado con toda la calma del mundo, ya que pensaba que no era algo real, ni que podría propagarse por todo el mundo, hasta que anunciaron en muchas partes de Sudamérica (Ecuador entre las primeras de mi interés por saber qué pasaba), y me di cuenta lo grave que podría ser en los futuros meses. Sembró mucha incertidumbre, y cuando anunciaron la cuarentena en Argentina no lo podía creer, ya que cuando sientes que tienes una cierta edad la cual estás muy consciente y lúcida de lo que está pasando en tu entorno y que también afecta a los demás qué te rodean… Te dices: "Esto es serio y ni sabes si lo peor está por venir".
Para mi la pandemia además de ser un acontecimiento muy lamentable ya que ha afectado y paralizado a la humanidad entera, me ha afectado en lo laboral, creativo y emocional… Como que al principio me sentía tan paralizada que no podía ni levantarme con la motivación de que podría seguir viviendo mañana… Sembró mucha ansiedad y angustia en mi, ya que Ecuador fue de los países que se vio más afectados al principio, y en el se encuentran amigxs y familiares los cuales quiero y aprecio mucho. No dejaba de pensar en ellxs y en que no les pasara nada. ¿Qué más podía hacer?
Luego empecé a asimilar y “sentar cabeza”: “Estoy estudiando, estoy en mis procesos y voy avanzando. Tengo a mi familia en Argentina después de no verles por más de 4 años, estoy en compañía de mi hermano, mis amigxs y seres queridos están vivos. Es importante yo estar bien para ellxs también…” así que desde entonces lo tengo como recordatorio y me resuenan siempre las palabras de mi profesora de taller de procesos creativos diciéndonos: “Que ninguna pandemia ni bichito les arruine los ánimos y los procesos que llevan”. Además de creer en nosotros, contenía mucha fuerza y una carga de cuidado y empatía muy poderosa que me dio más motivos para seguir incluso ahora escribiendo esta hermosa entrevista.
Considero también que nos ha ayudado bastante a la hora de producir y enfocarnos más en lo que no nos daba tanto tiempo por estar más rato afuera de casa… Como que le fui viendo más el lado positivo que el negativo :) !
DYA: Ciertamente a todos nos ha afectado en lo laboral por lo que se ha debido adaptar la manera en que se desempeña el trabajo. Lamentablemente no todo el mundo tiene las mismas chances al respecto. En lo personal ha sido una oportucrisis que me ha permitido conocerme más en profundidad lo que me ha permitido explorar nuevas vetas sonoras. Lamentablemente de tanto en tanto el stress del encierro es inevitable.
¿Cómo es la escena de la experimentación sonora en su ciudad/país? ¿Cómo se involucran con ella?
Vermillion: No me gusta mucho hablar de la “escena” como tal. No hay mucho que hablar sobre “escena” en Venezuela ya que sentía que formaba y estaba en diferentes ámbitos y todxs coexistimos bien. Creo que aprendí mucho allá, pero no tanto en mi ciudad. Me pasaba que me sentía más cómoda y bien recibida en otras ciudades del país que en donde yo vivía, entonces en esas transiciones pude darme cuenta que había de todo: desde una gestión artística muy fuerte y formidable en el país como también musical, pero no tanto en el ámbito de la experimentación sonora o enfoque sonoro. Entonces como que por ese lado fue un poco más complicado. Quizás ahora sea más fuerte por una nueva generación de personas creando nuevos nichos, nuevas propuestas y estaría buenísimo poder investigar qué está sucediendo allá (se las debo para la próxima oportunidad, jeje). Lo que sí puedo agregar es que formé parte de un colectivo llamado Música Culpable, organización fundada por Juan Ávila y Alex Acevedo en entre los años 2005-2006. Al principio fue un colectivo que se unió por una causa: hacer música sin importar qué, cómo y cuándo. Su consigna es “Sólo la música nos salvará”, la cual me parece interesante, ya que fueron creciendo a raíz de ver que se unían más personas hasta llegar a ser una organización que proponen livesets, encuentros, charlas y talleres enfocados en el free sourcing, DO IT YOURSELF, hacktivismo y entre otras propuestas interesantes. También los considero grandes amigxs y excelentes músicxs / artistas. No cabe duda de que me alegra formar parte y que siga creciendo y extendiéndose por el mundo.
DYA: Hay una escena fuertísima, dentro de la cual debo destacar todo lo que desde hace muchos años ha hecho Productora Mutante, organizando conciertos y talleres los cuales han hecho crecer de manera exponencial la escena experimental chilena.
¿Crees que existe una identidad sonora latinoamericana?
Vermillion: Jamás me senté a pensarlo, asi que ¡LES AGRADEZCO BASTANTE QUE ME HAGAN ESTE TIPO DE PREGUNTAS!, ya que como mujer, venezolana/caribeña/sudamericana/latinoamericana me propongo a cuestionar mis raices, mis influencias y mis inclinaciones. Entonces también entender qué se puede ver desde los proyectos sonoros experimentales, hasta el tipo de musica que se desarrolla y que te remite a un lugar; un espacio dónde incluso puedes decir “No soy de aquí”. No lo había experimentado sino en el momento que hice la gira por Sudamérica. Viví en Ecuador 3 años, venía de un país donde nos sentimos identificados no sólo por un género musical, sino por costumbres, prácticas, espacios y acciones. La cultura ha configurado esa percepción de identidad y memoria que nos remite una vez más a formar parte del lugar (In situ).
Me di cuenta después de irme de Venezuela (que es un hecho), que si bien en Ecuador compartíamos géneros musicales como la Salsa, la Bachata, el Reggaeton y entre otros géneros musicales populares, también coincido con mis amigxs y conocidxs que hay una especie de mescolanza como un rompecabezas, un constructo en el tiempo que también afecta lo sonoro: en el trabajo, cuando vas por la calle, cuando vas a comer algo... Siempre habrá una configuración de ese espacio donde te sentirás parte, sin importar de donde seas.
Algo que he estado aprendiendo sobre la identidad sonora lo ha reforzado el Archivo usted no está aquí con su proyecto Mapas sonoros de latinoamérica, que nos ayuda a ubicar sitios en medios digitales. Su construcción ha involucrado actividades de recopilación, sistematización y diseño de información, generación de contenido y creación de red de trabajo la cual involucra a personas trabajando en la investigación como tal. Recomiendo revisar con atención ya que es necesario reforzar este tipo de acciones.
DYA: Ciertamente hay una marca identificable dentro de lo que se hace en el continente y un circuito cohesionado lo que permite gran intercambio y simbiosis entre diferentes países.
Finalmente, nos gustaría que nos recomendaran algún/a artista de latinoamérica para seguir.
Vermillion: Les recomiendo echen un “oído” a mi amigo “Del Siervo”, proyecto de Alejandro Silva Diez; Músico, productor y compositor de Caracas, Venezuela.
DYA: Les recomiendo el trabajo de Asunción, Tus pájaros muertos y Martín Berríos.